Tuesday, November 6, 2012

Constancia, primera clave

Casi siempre la vida presenta dificultades para que las cosas que se planean no salgan como están escritas o pensadas. Es por ello que continuar una y otra vez dispuesto a reconocer lo que se hizo mal, retomando con energía (resiliencia), disciplina y replanteándose desde una posición de mayor aprendizaje era una clave de su éxito, la constancia.

Esta fue la primera gran lección que descubrió Diego, joven inquieto que ha sacado adelante sus proyectos personales con un rumbo que para muchos no parecía claro. Primera gran lección que ha llegado justo en el mejor momento.

Diego siempre fue un chavo con muchos intereses, su paso por más de 20 instituciones educativas lo hicieron inmune a los profesores y a las estructuras jerárquicas, quienes estaban cerca nunca le auguraban pudiera sacar adelante una carrera profesional y sin embargo lo logró.

¿Cómo? Fácil no fue, tuvo que ir descubriendo su vocación y sus talentos. Empezó reconociendo que su labor tenía que ver con lo comercial, con poner ideas y concretarlas en proyectos. De pronto eran muchas ideas, muchos proyectos, muchos inicios y ninguna conclusión. La desesperación se hacía presente de forma recurrente. Inversiones, ventas, cobranza que no salía y luego deudas. Con un ciclo que se repetía.

El se fue dando cuenta que su lugar no estaba en ninguna empresa en donde él no pudiera ser el jefe. Intentos hubo, entrevistas, llamadas telefónicas, etc. Sin embargo, su estilo personal y su vocación lo llevaban una y otra vez a seguir adelante con sus proyectos. Las nuevas tecnologías lo apasionaban, así que empezó a involucrarse en el autoaprendizaje del diseño web, de las redes sociales y de la fotografía. Además de que con su estilo abierto, simpático y de gran calidez encontró lo que podría ser su empresa. Su idea estaba despertando, su mente se aclaraba y su plan se ponía en marcha.

Empezó solo haciendo promoción de su nuevo servicio, vendiendo, ofreciendo al mercado algo que ellos necesitaban. De pronto se encontraba envuelto en una serie de dificultades al ser el hombre empresa. Se replanteó, invitó a algunos conocidos a incluirse en el proyecto. Algunos responsables y otros no tanto. Se dio cuenta de ello y realizó los ajustes necesarios. Sus clientes empezaban a recomendarlo y su servicio se iba ganando un lugar en el mercado.

Su necesidad ahora era la posibilidad de atender más servicios, sin embargo, caía en cuenta que no podría lograrlo si su organización no era mejor. Buscó algunos apoyos. Lo importante fue que su idea tuvo consistencia y sus pasos un rumbo.

Todavía quedan más lecciones en su historia. La primera e importante es que no basta con tener una idea que enmarque en el proyecto los talentos que posee, eso definitivamente lo puso en el mercado, sin embargo sus resultados aun no eran los esperados.  Su lección: La Constancia, ese impulso para retomar el camino, reflexionar acerca de lo que ha funcionado y resolver lo que no ha funcionado es una forma de pensar y de actuar. Constancia  no significa monotonía, significa poner los esfuerzos donde valen la pena y reditúan. Constancia es el gran fortalecedor de los talentos personales, no basta con querer, si no te esfuerzas y mantienes el paso, es difícil sacar adelante y recibir el fruto de aquello que anhelas.

¿Cuántas veces inicias algo y no lo concluyes? ¿Cómo es tu actitud para el seguimiento a tus proyectos, anhelos y responsabilidades?¿En tu opinión que piensas acerca de la idea de la constancia vs el aburrimiento? ¿Por qué se genera?


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Mario A. Ortiz, Coach

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