Friday, November 2, 2012

El que busca ¿encuentra?


Mariana ha estado en constante formación, su vida desde muy joven la dedicó a ser la mejor en todo lo que emprendía, academia, deporte y sociedad eran testigos de su inteligencia y habilidades. Parecía tenerlo todo y cuando ingresó a la universidad en donde estudió Ingeniería Industrial, su historia no era distinta.

Los profesores admiraban su inteligencia y facilidad para sacar adelante cada una de las materias, trabajos y proyectos que le exigía su labor. Sus compañeros de clase la admiraban y buscaban para hacer equipo, sabían que con ello podrían garantizar una buena nota. Mariana parecía tener un futuro definido, participó en los programas de jóvenes en entrenamiento, los famosos “trainees”, su paso por esta experiencia le brindó una visión amplia acerca de lo que el negocio enfrentaba y lo que necesitaba hacer para destacar del resto de sus compañeros. Parecía tener una presión por ser la número uno en todo lo que hacía. La búsqueda de la excelencia en cada ámbito era importante, pensaba. Así fue como su papá la educó.

Pues sí, era de esperarse que lograra el mejor lugar en esta primera experiencia laboral, todo iba viento en popa. Buen trabajo y buen sueldo para una recién egresada. Los ejecutivos de la empresa la ubicaban no solo por sus resultados sino por su carisma.

De pronto, una situación de negocio inminente la dejó en una posición complicada. El programa en el que participaba se iba a suspender por tiempo indefinido y la organización no tenía un lugar para ella. Efectivamente fue la primera vez que estaba en un lugar poco conocido para ella, su primera dificultad profesional.

Con la confianza que la caracterizaba buscó maneras de colocarse de nuevo en la senda corporativa. Contactó a conocidos, subió su información curricular al internet, habló con maestros y aunque lograba entrevistarse no podía conseguir ingresar a una posición.

Lo único que tenía era un buen récord académico y 1 año en una empresa en un programa rotacional. Su situación era complicada, porque también en casa habían sufrido un revés económico y necesitaba trabajar, ya no era nada más cosa de aprender. Su búsqueda debía acelerarse y ya no encontraba la manera para hacer de aquello una experiencia positiva, sino que ahora estaba obligada a trabajar.

Cada día su desesperación era mayor porque en su búsqueda no visualizaba un desenlace positivo. En su desesperación ingresó como analista de operaciones ganando menos de la mitad de lo que lograba tener como “trainee”. Su desempeño no era el mejor debido a la exigencia técnica de la función. Se sintió retada nuevamente.

Mariana quería dominar su puesto ya no por mera necesidad de ganar dinero sino por la opción de aprender y querer ir más allá de aquello que estaba haciendo. Sin darse cuenta, el tiempo pasó volando, un año más. Y ahora ella era quien diseñaba el proceso de entregas, se hacía cargo de mejorar las líneas de producción de aquella fábrica, empezó a influir mucho en su organización y a recibir reconocimiento por su labor.

Olvidó el estrés de buscar y se encontró en la mejor posición, en aquella de disfrutar su trabajo y los retos que implicaba. Un día, una persona de RH de una organización multinacional la llamó a su celular. Mariana se preguntaba cómo había conseguido aquella información, debido a que hacía un año ya no estaba buscando nada.

Cuando atendió la llamada y pudieron platicar los dos, intercambiaron puntos de vista acerca de una posibilidad de trabajo como Gerente de Proyectos. La organización era famosa por sus marcas, sus productos y su reputación como empleador. Esta vez una gran oportunidad la encontró a ella y llegó justo cuando mejor estaba. En esta ocasión su decisión era elegir en donde trabajar. Parece impensable que esto suceda.

La verdad es que cuando encuentras el balance y la serenidad, las cosas llegan por añadidura. ¿Verdad o Mentira? ¿Recuerdas las cosas que mejor han fluido en tu vida? ¿Cuántas cosas a tu vida han llegado sin buscarlas, sin presionarte en encontrarlas? Como profesional llegarán reveses, muchos, la presión será una constante. Entonces ¿qué hacer? ¿Cómo dejar de buscar con obsesión para que las cosas que deben llegar, lleguen a tu vida?

Artículo escrito el 12 de Febrero de 2012
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